Moverte por Internet como pez en el agua, poseer cuentas activas en todas las redes sociales y estar todo el día conectado no es en sí una garantía real para desempeñar un rol con aptitudes en este sector. Solo confirma una predisposición inicial.
Toda presencia online requiere de una estrategia que responda a objetivos medibles y se refleje en resultados constatables, factores todos ellos que precisan de una base de conocimiento sobre la que se erijan las estrategias empresariales.
Para ser un auténtico Profesional 2.0 resulta imprescindible una formación técnica específica que nos cualifique para el desempeño de las funciones online y, sobre todo, reciclaje constante porque Internet, como las nuevas tecnologías en general, evoluciona a la velocidad de la luz. La capacidad de adaptación al cambio será siempre nuestro mejor equipaje.
El profesional digital no se encuadra en un perfil unívoco y estático, depende de la especialidad por la que nos decantemos, pero como punto de partida existen unos conocimientos troncales básicos, que configuran la columna vertebral del retrato robot de estos «early adopter» profesionales.
Conoce sus rasgos de la cabeza a los pies y
¡adáptate YA a la demanda laboral!

Infografía realizada por EEME
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